Rusia es una de las naciones con mayor acervo cultural e histórico del mundo. Entre sus devenires políticos y sus constantes revoluciones se ha forjado un territorio de amplísimo patrimonio intangible. Sus bellezas naturales y los abundantes lugares hacen de este país un destino a descubrir. ¿Quieres saber qué ver en Rusia?
El país más grande del mundo, con más de 17 millones de kilómetros cuadrados, tiene una oferta turística que conquista a sus visitantes. Y es que Rusia no solo es una potencia energética, hídrica y mineral, sino también un destino muy apetecido para los viajeros. Llanuras, cadenas montañosas y costas son parte de los paisajes naturales de Rusia, que tiene también grandes urbes, de impactante desarrollo tecnológico. La arquitectura es uno de sus mayores atractivos. Es de una belleza majestuosa. En El Viajero Feliz nos damos un paseo por los mejores lugares que ver en Rusia.
Índice de Contenido
10 maravillosos lugares que ver en Rusia
1. Plaza Roja
¡Un absoluto clásico que ver en Rusia! Si vas de visita a este país, no puedes dejar de ir a la Plaza Roja, la más famosa de Moscú. Está ubicada en el barrio comercial de Kitay-górod. Con 23 100 m² de superficie, su contemplación resulta un verdadero espectáculo. Esta plaza fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1990. Es considerada una de las principales atracciones que ver Moscú y de toda Rusia. De ella parten todas las calles que conforman la ciudad.
Como dato curioso, tenemos que el nombre de la Plaza Roja no hace referencia ni al comunismo, ni a los ladrillos que la rodean. Más bien, viene de la palabra rusa Красная, que en antiguo ruso significa «bonita». Bien le va el nombre a esta plaza que es la protagonista de miles de las postales más clásicas de Moscú. Entre las cosas que ver, encontramos el patíbulo, lugar donde se realizaban en el pasado las ejecuciones. También el Mausoleo de Lenin, uno de los líderes más relevantes de la historia rusa y universal.
2. Kremlin de Moscú
Otro de los lugares infaltables que ver en Rusia, es el Kremlin de Moscú. Justo en el centro de la ciudad, frente al río Moscova y con la Plaza Roja al este, se erige este conjunto de edificios civiles y religiosos. Todo el conjunto incluye cuatro palacios y cuatro catedrales, agrupados en un recinto que se rodea por la muralla y las torres de Kremlin. Para tener una idea de su magnitud, pensemos en que la muralla tiene una longitud de 2 500 metros y una altura de entre 5 y 19 metros. Las torres, por su parte, son veinte y llegan hasta 80 metros de altura.
Dentro de la muralla del Kremlin encontramos museos, edificios históricos, el Gran Palacio del Kremlin, el Palacio Estatal del Kremlin y la Residencia Presidencial. Para todos, exceptuando la última, es necesario que compres un boleto de acceso. Por ser tan grande, la visita al Kremlin seguramente te llevará buena parte del día. Entre los múltiples edificios que puedes visitar, no dejes por fuera la Catedral del Arcángel Miguel, de las más impresionantes Rusia.
¿Quieres saber más? No te pierdas: El Kremlin secreto de Moscú, Rusia
3. Museo Hermitage
Cuatrocientas salas y más de tres millones de obras de arte, entre pinturas, esculturas y hallazgos arqueológicos, se aglutinan en uno de los museos más majestuosos del mundo. El Museo del Hermitage es una parada obligada cuando visitas Rusia. Todo el complejo está integrado por seis edificios, situados en la orilla del río Neva. Sus inicios se remontan a la llegada al poder de Catalina la Grande, que en el año de 1764 compró 225 cuadros: la colección inicial del museo.
Con el pasar de los siglos, los zares fueron ampliando esta colección hasta llegar al impactante número que hoy exhibe. Obras del Greco, Murillo, Leonardo, Rafael, Rembrandt, entre otros muchos, pueden encontrarse en este recinto, cuya infraestructura es de una suntuosidad indiscutible. Si planificas tu visita al Museo del Hermitage, considera disponer de al menos tres o cuatro horas, pues ¡hay muchísimo que ver!
4. Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada
Cuando hablamos sobre qué ver en Rusia, surge la Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada como un lugar que regala vivencias inolvidables. Las imágenes que podremos ver en este recinto no solo serán capaces de darnos maravillosas fotografías, también quedarán permanentemente en nuestras retinas. La iglesia fue construida en el mismo lugar donde el zar Alejandro II de Rusia fue asesinado, víctima de un atentado, el 13 de marzo de 1881.
Como dato curioso, tenemos que durante la Segunda Guerra Mundial y bloqueo de la ciudad una bomba cayó sobre la cúpula más alta de la iglesia, pero no explotó. Estuvo allí durante 19 años hasta que unos obreros subieron a esa zona a remendar goteras, la descubrieron y la retiraron sin inconvenientes. En ese momento se decidió que iniciaría la restauración de la construcción.
En el exterior la iglesia es despampanante. Sigue un estilo ortodoxo ruso y destaca por sus cinco grandes cúpulas multicolores o doradas. Pero lo que realmente cautiva es su interior. Pleno de colores, pinturas de diferentes tamaños y mosaicos en paredes y techos, hace que sea difícil enfocar la vista en una sola figura. Los pisos de mármol también son, por sí mismos, un espectáculo. Esta es una visita perfecta para estar atento al detalle.
5. Catedral de San Basilio
La de San Basilio es una de las catedrales que encontramos dentro de la Plaza Roja de Moscú. Es un templo ortodoxo que ha adquirido reconocimiento mundial gracias a sus cúpulas coloridas en forma de bulbo. Su construcción se realizó entre 1555 y 1561, por orden del zar Iván el Terrible. Es uno de los planes imprescindibles al pensar qué ver en Rusia, porque además de su belleza exterior e interior, su ubicación la hace práctica. El mismo día podrás visitar varias atracciones del centro de la ciudad.
A lo largo de su historia, la Catedral de San Basilio ha estado cerca de desaparecer en varias ocasiones. Ha sobrevivido incendios, la invasión de Napoleón y hasta un plan de demolición por parte de colaboradores de Stalin, que consideraban que la catedral entorpecía los desfiles del ejército en la Plaza Roja. Sin embargo, ha logrado mantenerse en pie, engalanando la vista de la ciudad. Si quieres visitarla, debes comprar los boletos en la entrada, o vía web. Recuerda, antes de planificar tu visita, verificar los horarios en los que esté abierta al público, que pueden variar según la época del año.
6. Palacio Peterhof
Cuando nos acercamos al Palacio Peterhof se nos hace difícil enfocar la vista. Entre la infraestructura del edificio, los majestuosos jardines, las elaboradas esculturas y las abundantes fuentes de agua, resulta un paisaje atrapante. Por eso lo hemos seleccionado como uno de los imprescindibles que ver en Rusia. Fue hasta 1917 residencia de los zares, y está considerado universalmente como el Versalles ruso.
El Palacio Grande es el centro del complejo, que tiene también otras construcciones más pequeñas. Los jardines se dividen en el Parque Superior y el Parque Inferior. El primero, con cinco fuentes, es de entrada gratuita. El segundo abre el acceso a los palacios, así como al complejo de fuentes más grande del mundo, en el que circula agua de manantiales naturales. Tiene una extensión de más de 100 hectáreas y para visitarlo debes comprar un boleto. El complejo cuenta con servicios muy completos para el turista: wifi, tren turístico, audio guías en museos, restaurantes, etc.
7. Fortaleza de San Pedro y San Pablo
Construida con fines de defensa militar, la fortaleza de San Pedro y San Pablo nunca fue utilizada para este motivo. En cambio, sus espacios sirvieron como laboratorio científico y cárcel para los presos políticos. Como dato curioso se sabe que Alexei, hijo del zar Pedro el Grande, fue torturado y ejecutado entre sus muros, por órdenes de su propio padre.
Toda la ciudadela fue erigida en 1703, y se compone de un amplio espacio que contiene edificios históricos, entre los que destaca la Catedral de San Pedro y San Pablo. En sus bóvedas están enterrados casi todos los zares. Si bien el exterior de la catedral es menos despampanante que otras catedrales rusas, su interior, decorado con múltiples relieves y frescos con temas bíblicos, resulta una obra de arte. En la actualidad funciona como museo de historia. Si quieres incluirla en tu paso por Rusia, te recomendamos que hagas una visita guiada, en la que puedas conocer todas las leyendas que encierra.
8. Palacio de Invierno
El Palacio de Invierno forma parte del complejo de construcciones que componen el Museo del Hermitage. Constituye un perfecto ejemplo del barroco ruso. Su construcción fue ordenada por la zarina Isabel I, con la intención de que reflejase toda la grandeza y poderío del país. Fue la residencia oficial de los emperadores rusos durante los siglos XVIII al XX, así que esto justifica que su suntuosidad sea impresionante.
Para que tengas una idea de las dimensiones del Palacio, el número de piezas en su interior, entre habitaciones y salas, es de ¡1 054! Si quieres conocer de cerca como vivían los zares rusos, esta es una visita que no te puedes perder.
9. Catedral de San Isaac
La Catedral de San Isaac fue en un tiempo la más grande de Rusia. Diversas reconstrucciones redujeron su tamaño, pero no su belleza arquitectónica y los enormes lujos de su infraestructura. La construcción fue ordenada por Pedro el Grande. Hasta hoy se considera una de las principales iglesias ortodoxas y un lugar infaltable que ver en Rusia.
Es la cuarta catedral más alta del mundo, con una cúpula de 101,5 metros. En una columnata bajo la cúpula se encuentra el mirador, con una maravillosa vista de la ciudad. Eso sí, si quieres subir, ¡prepárate! Son 226 escalones, ¡y no hay ascensor!
10. Catedral de Kazán
Uno de los íconos religiosos más venerados de Rusia es la Virgen de Kazán, y en su honor se erige esta catedral. Su construcción fue ordenada por el emperador Pablo I. Las obras iniciaron en 1801 y culminaron en 1811, dando como resultado una joya de la arquitectura neoclásica.
Lo que más destaca de la construcción son las 96 columnas que se disponen una tras otra, dando una visual imponente. La Catedral de Kazán también tiene sus simbolismos particulares: está considerada un monumento a las victorias militares rusas en la guerra contra Napoleón.
Rusia es una opción turística inagotable. Arte, historia, política, arquitectura y belleza natural se unen para regalarle al viajero una experiencia única. Conoce algunas curiosidades de Rusia y anímate a tomar la decisión: ¡hacer el viaje de tu vida!
Para que tu visita a Rusia sea completa, te dejamos otros artículos que te ayudarán a preparar tu viaje: