La Selva Negra es una de las zonas más espectaculares de Alemania y en su corazón se encuentra una deliciosa localidad que parece extraída de un cuento de los hermanos Grimm. Si hay algo que identifica Triberg por encima de todo son sus hermosas cascadas, que apenas logran romper un impresionante paisaje de bosque de abetos. Pero su encanto va mucho más allá: maravillosos relojes de cuco, una tarta que es la perdición de los más golosos y unas curiosísimas tradiciones ¿Sientes curiosidad? Pues acompáñanos, comenzamos el recorrido.
Unas cascadas maravillosas
Hay quien dice que estas cataratas son las más altas de Alemania, pero está bastante lejos de la realidad, lo que es innegable es que son de las más bonitas. En este rincón el río Gutach se precipita a lo largo de algo más de 160 metros en siete escalones, creando una postal maravillosa ¡Y muy romántica!
Eso sí, para acceder debes pagar una entrada de 3,5 euros. Pasada la taquilla comienzas el ascenso hasta el punto más alto de las cascadas. Dos consejos, aunque el camino está perfectamente acondicionado conviene llevar calzado adecuado y no olvides llevar la cámara bien cargada, porque en la subida hay varios miradores y puentes que te permitirán tener una vista magnífica de los saltos del agua.
No solo puedes llegar hasta lo alto de las cascadas, si te apetece seguir descubriendo esta maravilla puedes recorrer alguno de los senderos que se adentran en el bosque, pero no te preocupes, están perfectamente señalizados y los hay realmente muy accesibles, incluso para los más pequeños.
Los famosos cucos
¿Sabes de donde son originarios estos peculiares relojes? Si pensabas que la respuesta es Suiza estás equivocado…es en la Selva Negra donde nacieron. Aquí se fabricaban durante el invierno y cuando llegaba el calor los habitantes de la zona recorrían centenares de kilómetros con ellos a cuestas para venderlos en otras zonas. En Triberg encontrarás muchas tiendas con todo tipo de relojes de cuco fabricados aún a mano. Aunque no sean de tu estilo, resulta muy curioso entrar en ellas y dejarse llevar por sus sonidos y sus figuritas…pero no te sorprendas por los precios.
Y aún hay otra curiosidad, muy cerca de Triberg podrás contemplar dos inmensos relojes de cuco. El que dice ser el más grande del mundo está en el Uhren Park, tiene un mecanismo de 4,5 metros y un péndulo de 8. El otro, en Schonach más parece una casita típica de la zona. Ambos se pueden visitar por dentro y no hay nada como esperar a que el cuco dé las horas ¡Te encantará!
Conoce sus tradiciones
Si quieres conocer la historia de Triberg, como era su vida y la de sus habitantes hace cientos de años, da una vuelta por el coqueto Museo Regional de la Selva Negra. Aprenderás cómo vivían aquellos que se dedicaban a fabricar los famosos relojes, verás una bonita colección de trajes típicos y de disfraces que se usan en el famoso Carnaval de los Locos, una tradición que aún se mantiene.
¿Cansado? Ya es momento de reponer fuerzas y si lo tuyo es el dulce no lo dudes, prueba la exquisita tarta Selva Negra. Típica de Triberg, en el Café Schäfer puedes probar este dulce hecho según la receta original de 1915: bizcocho, nata, guindas, un chorrito de licor de cereza y virutas de chocolate ¡Sencillamente deliciosa!
¿Te hemos convencido para planear una escapada? Piensa que puedes aprovechar para conocer otros pueblos de la Selva Negra absolutamente encantadores.
Imágenes: Avi1111, Maria Grazia Montagnari, fRedi, Tscherno, Carsten Frenzl.