Una ciudad antigua con un alma moderna. Trondheim fue la primera capital de Noruega, fundada hace más de 1.000 años. Pero ahora en lugar de invasores vikingos y comerciantes hanseáticos, encontraréis músicos de jazz y un cuerpo estudiantil internacional saboreando la vida de Trondheim.
Los cafés de la ciudad se dejan caer por calles empedradas llenas de coloridos edificios de madera, mientras que las torres gemelas y la capilla revestida de cobre de la catedral gótica más septentrional de Europa enmarcan el horizonte sur.
Ciudad internacional
Con una población de alrededor de 165.000 habitantes, Trondheim se cuenta como la tercera ciudad más grande de Noruega. Es lo suficientemente grande como para albergar una amplia gama de ofertas culturales, desde museos, una vibrante escena musical y una orquesta sinfónica en Olavshallen, a un festival de blues.
Se suma a la sal el festival internacional de estudiantes bienal. La universidad, y el centro de investigación Statoil atraen una mano de obra internacional a la ciudad.
Senderismo y esquí
Los encantos de Trondheim se extienden mucho más allá del centro de la ciudad. Los parques públicos con amplias redes de senderos: el más grande, Bymarka se encuentra al oeste, mientras que Estendstadmarka, justo al lado del campus de la NTNU, se encuentra al este.
Los dos parques en conjunto ofrecen 460 kilómetros de caminos y senderos para caminatas y paseos, de los cuales 160 kilómetros se mantienen en el invierno como senderos de esquí de fondo. 75 kilómetros de estas pistas acondicionadas están iluminadas para el esquí nocturno.
Para aquellos que buscan aventura, las montañas de Trollheimen están sólo dos horas al sur, mientras que Sylan, en la frontera noruego-sueca, se encuentra a unas dos horas al noreste de la ciudad.
¿Un lugar asombroso, verdad? Si os gustan los paisajes nevados y las auroras boreales no os podéis perder Hammerfest.
Imagen: Enea Pestelacci, Jaime Pérez, Miljøpakken, Darijus Strasunskas, Laura Tomàs Avellana y Håkon Johansen vía Flickr