El valle de Cocora entra en la tipología de un ecosistema con condiciones similares a las de un bosque nuboso, estando a una altura entre 1800 y 2400 metros sobre el nivel del mar. Este valle, situado en la bella Colombia, nos sorprende con su densa vegetación, donde se asoman miles de palmeras con alturas que resultan inimaginables. ¿Vamos a conocerlo?
Un país lleno de riqueza natural
El árbol nacional de Colombia es la palma de cera del Quindío, una especie endémica que crece en los departamentos de Quindío, Risaralda y Tolima al noroeste de Colombia. Las condiciones del clima propiciaron el establecimiento de unas palmas que particularmente pueden crecer hasta los 80 metros de altura, y vivir más de cien años. ¡Unos árboles todo terreno!
Un santuario natural
Estas palmas sufrieron años de explotación por sus propiedades y el uso ritual de sus hojas, pero años después el Valle fue protegido como un santuario natural. Hoy en día es una zona de atractivo turístico ecológico enorme, y no es de extrañar: se trata de un entorno de montañas de color verde intenso, con mil tonalidades que cambian dependiendo de la hora del día y la nubosidad de la zona. Es un auténtico paraíso verde.
De hecho, el Valle de Cocora es también conocido como valle de la tranquilidad, o el valle de los mil colores verdes. Es una de las maravillas naturales de Colombia, y si lo visitas, respetar el medio ambiente es vital. ¡Que no se te olvide!
¿Cómo llegar?
El valle de Cocora está aproximadamente a 24 kilómetros al noroeste de la capital departamental, Armenia, y se llega a este usando una salida en la autopista Armenia – Pereira, la cual lleva al Municipio de Salento; allí puedes tomar un Jeep que en unos 30 minutos te dejara en la entrada principal, sea para caminar o para alquilar caballos para recorrerlo.
¿Qué actividades se pueden realizar?
La mayoría de viajeros hacen visitas de todo el día y son atraídos por las grandes áreas para acampar y hacer caminatas por el Valle y el Parque Nacional. Otras actividades comunes son la observación de aves, el ciclismo de montaña, montar a caballo, rafting, parapentismo y nadar en los ríos.
Eso sí, no te puedes ir sin antes visitar los restaurantes locales que se especializan en cocinar la trucha arco iris (pescado) de varias formas, principalmente cocida y servida con una gran variedad de salsas y con patacones (plátanos fritos).
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Imágenes: descubriendoelmundo, Jonas Schleske, Alexander Schimmeck, Carlos Octavio Uranga.