Te decidiste a salir de la zona de confort hace una o dos décadas y, desde entonces, has cambiado tanto que no sabrías reconocer esos titubeos a la hora de preguntar, la vergüenza de conocer un idioma o el miedo al ridículo cuando te equivocas y dices “bathroom” en vez de “toilet” en una ciudad europea. Tú “has visto explotar naves más allá de Orión” y las que te faltan. Has pasado de ser un turista a transformarte en un viajero. Bien, entonces este artículo es para ti.
Aprender a ser un viaje con experiencias
No nos referimos a tener experiencia, que también. Más bien estas son las experiencias que todo viajero tiene que tener en sus viajes.
1.Hablar en lenguaje de signos…
Los idiomas son la asignatura pendientes de miles de viajeros. Pero, ¿Hay qué dejar de viajar porque no se dominen idiomas? ¡Nunca! Al principio te familiarizarás con palabras como “this” mientras indicas en una vitrina de un restaurante lo que quieres. Sin embargo, te garantizamos que en unas pocas semanas de viajes ya sabrás hablar más idiomas que si llevaras el mismo tiempo en una escuela.
2…o, ¡Jugar al Tabú para entenderse!
¿No te lo crees? Cuando llevas poco tiempo en un nuevo país tiendes a utilizar recursos que ni pensaste que existirían. Uno de ellos es hacer sesiones improvisadas de “mimo” con esa persona que habla tan poco inglés como tú. Lo más sorprendente es que termináis entendiéndoos.
3.Ir a comer a una cadena de comida rápida
Muchos aborrecíamos las cadenas de comida rápida…hasta que nos fuimos a vivir en el extranjero. Te ponemos en situación; es un día de esos en los que no te apetece esforzarte absolutamente nada, que quieres que las cosas fluyan. Ves un Costa Coffee y no te lo piensas. Sabes que te van a cobrar un “ojo de la cara” pero también sabes que quieres conectarte con el portátil durante tres horas. ¡Las cadenas nos salvan la vida en determinados lugares y momentos!
4.Creer que te has olvidado de cómo montar en tren
No hay momento en el que una persona se sienta más ridícula que cuando llega a la estación de cualquier ciudad europea y cree ser de nuevo un quinceañero cuando tomó su primer tren de largo recorrido. ¡Calma!
5.Conocer a tu/s alma/s gemela/s en un viaje
Más allá del sentido romántico que puedas atribuir a esta máxima de los viajeros, la aparición de esas almas gemelas no es lo que puedes creer. Se trata de conocer a mujeres y hombres que, sin romanticismos de por medio, interactúan contigo y tú con ellos. Ambos sois de países diferentes, apenas os entendéis … pero os entendéis demasiado. Son esas estrellas fugaces a las que muchos llamamos amarillos y que dejan una huella imborrable en tu vida. Solo por eso ya merece la pena viajar.
6.Aprender a viajar solo
Es una asignatura pendiente de muchos y, sin embargo, se advierte de que genera adicción. Cuando te sientes completamente libre, también te abres a personas y experiencias que nunca creíste que conocerías dentro de tu zona de confort. Es un momento único que todo ser humano debería vivir una vez en la vida. No es difícil aprender a viajar solo. Solamente hay que probarlo.
No dudes en compartir y comentarnos tus impresiones acerca de tus propias experiencias y razones para viajar por el mundo. Te invitamos también a que descubras los 4 mejores lugares para viajar solo. ¡Viaja feliz!