Existen lugares que parecen secretos, que se esconden del ojo del hombre, hasta que por alguna casualidad, o como consecuencia del destino quedan al descubierto. Este es el caso de un hermoso destino natural; La cueva de Melissani, una obra maestra de la naturaleza de la mítica y fascinante Grecia, ¿te animas a descubrirlas?
Hogar de las ninfas
Dicen por ahí que la cueva de Melissani era el hogar de hermosas ninfas, quienes compartían la morada con delfines, sus mensajeros predilectos. Uno de los motivos de esta creencia es que algunas estalactitas y estalagmitas de la cueva tienen la forma de estos animales. ¿Curioso, no crees?
Luz y oscuridad
La cueva de Melissani es una cripta subterránea natural, ubicada en el centro de la isla Kefalonia, a 5 kilómetros de Sami. La cueva estuvo oculta hasta que ocurrió el terremoto de 1953, el cual la dejó al descubierto.
El lago subterráneo cuenta con 30 metros de profundidad. El cenote cuenta con dos cámaras separada y su forma es de una B. El techo de una de las cámaras sucumbió por el terremoto, y ahora es el punto de acceso de los rayos del sol sobre el agua cristalina, y el de los turistas.
La otra sala es pura oscuridad, y al entrar en ella debe usarse luz artificial. Aquí el paisaje es diferente; un poco más misterioso y mítico. Las estalactitas, el musgo en las paredes de la cueva, las algas y el sonido del agua corriendo por todas partes permiten sumergirse en las historias de las hermosas ninfas, el eco de sus cantos y sus risas haciéndose casi palpable. Es todo un espectáculo.
Belleza indiscutible
En 1962 se realizaron numerosas excavaciones y se descubrieron algunas reliquias de la antigua cultura minoica en Cafalonia. Lámparas, platos y figuras daban referencia de cultos al dios Pan, y la existencia de ninfas.
La belleza de esta cueva es indiscutible, el agua es de un azul turquesa cristalino que, en contraste con algunas rocas del fondo, crean una vista mágica y sorprendente. ¿Te gustaría recorrer el hogar de las ninfas en canoa, mientras los rayos del sol crean reflejos en las paredes rocosas?
Este destino se encuentra a una hora en avión desde Atenas, o en un plan económico; a tres horas en ómnibus desde Atenas hasta Patras y luego otras tres horas en barco hasta el puerto de Sami.
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Imágenes: Tony Hisgett, THINK Global School, José e Marina, Matt Sims, Marcus Ward.