¿Qué planes tienes para tus próximas vacaciones? ¿Quieres que te sugiera un rinconcito superespecial de esos que te enamoran a primera vista? Una explosión de arte y color lo mires por donde lo mires… Por las imágenes seguro que estas pensando en Venecia, que es absolutamente un lugar fantástico donde los haya, pero no es Venecia aunque sí está muy cerquita: hoy nos vamos a Murano.
Explosión de arte y color en Murano
Normalmente a esta ciudad se llega casi de rebote cuando nos venden el viaje a Venecia, y en muchas ocasiones, debido a la gran cantidad de monumentos que se concentran en esta ciudad, nos la saltamos. Pero esta vez nos vamos derechitos a la parada de S. Zaccaria, cerca de plaza San Marcos al «traghetto» ese simpático autobús turístico que surca la laguna véneta y en 40 minutos estamos en Murano.
Son muchos los puntos de interés turístico que ofrece esta «aldea» veneciana, porque aunque se trate de una isla a diferencia de la grandiosa Venecia, Murano conserva ese aire pueblerino tremendamente pintoresco que le dan sus plazas, los edificios llenos de color de dos o tres plantas a lo sumo, estrechas calles divididas por el río y en sus «aceras» aparcadas las barca. Es aquí donde vives esa vida cotidiana de un vecino cualquiera de esta localidad.
Pero lo que le ha otorgado el reconocimiento y fama internacional a esta pequeña localidad es, sin duda alguna, el arte que poseen las manos de sus maestros vidrieros, que desde finales del quattrocento vienen perfeccionando la técnica y habilidad en la elaboración de sus creaciones, que hoy puedes contemplar gracias a las demostrativas que se llevan a cabo en los muchos hornos que encontrarás en la ciudad.
Una vez acabada la exhibición en los hornos, puedes adquirir la pieza que acabas de ver hacer al maestro como recuerdo o, si lo prefieres, pasar a la zona de exposición del taller que visites y elegir allí entre las miles de obras de arte realizadas por los artesanos de ese taller en cuestión. Lo mejor de estos «suvenires» es que son únicos, pues dos figuras iguales no serán nunca idénticas debido a que no son de fabricación industrial sino artesanal. Eso convierte cada pieza en una pequeña obra de arte.
Si quieres ver las mejores creaciones de todos los talleres y de todos los maestros, no te puedes perder la visita a Palazzo Giustinian Museo del Vetro: aquí se exponen las más finas obras de todos los tiempos. Lo único que no te mostrarán jamás es el secreto de su elaboración, que se trasmite de generación en generación celosamente.
Y como en nuestra visita a Murano no queremos dejarnos nada atrás, visitaremos el templo más importante y bello de la ciudad: el Duomo de los santos Maria y Donato del s. XII, que fue construido a partir de una iglesia del s.VII y conserva los restos de San Donato.
Antes de marcharnos nos recrearemos en el Palazzo da Mula, donde veremos la mezcla entre el estilo Gótico y el Veneto Bizantino que data del s. XII. Aunque anteriormente fue una iglesia, hoy en día es el Ayuntamiento de Murano. ¡Maravilloso!
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Imágenes: Tr3ndline, José Manuel Azcona, alessandro orlandi, Stuart, Adorateur du doigt de Galilée, zacke82, Alan Cordova