Es probable que nunca hubieras oído hablar antes de la depresión de Danakil, en Etiopía. O bien hay muy poca información, o un enfoque sobre lo caro y difícil que es viajar allí. Todo eso puede ser, cierto, pero Danakil es una aventura para fieros viajeros.
Danakil, solo apta para Aventureros
Incluso durante la «estación fría» entre noviembre y febrero el calor es demasiado intenso y no hay sombra para esconderse del sol abrasador. La temperatura promedio es de alrededor de 42 grados centígrados por el día y alrededor de 20 grados centígrados por la noche. En los meses más calurosos, las temperaturas pueden ser totalmente insoportables llegando, a veces, a los 67 grados centígrados en algunas partes. Tampoco es muy divertida la estación de lluvias, que hace la depresión de Danakil inaccesible. El desierto se inunda debido a las aguas torrenciales que llenan las tierras altas de Mekele.
Además del clima hostil, hasta hace poco la seguridad era otro problema. En realidad el Danakil fue, más o menos, una «zona prohibida» hasta 2009. Las escaramuzas, entre las fuerzas armadas de Eritrea a lo largo de la frontera, eran comunes hasta el año 2005. Después de que más soldados fueron destinados aquí de forma permanente las cosas mejoraron y el número de visitantes va en constante aumento. Hoy en día, la zona es considerada como obligatoria entre la comunidad itinerante. Especialmente para los fotógrafos apasionados.
Es bastante caro viajar a la depresión de Danakil, entre otras cosas porque no hay más remedio que utilizar los servicios de los operadores turísticos. Sin embargo, vale la pena cada euro. ¿Por qué? Solo la luz justifica este viaje, pero además hablamos de la posibilidad de pisar un lugar casi inexplorado y salvaje.
Por ejemplo, observar desde arriba el lago de lava de Erta Ale, uno de los volcanes más activos del planeta. El calor es intenso, pero asomarte sobre un saliente que mira hacia la gran ebullición, burbujeante y escupiendo lava de 20 metros, no se te olvidará fácilmente.
Dallol, os traerá un paisaje de aguas termales multicolores y extrañas formaciones que recuerdan a un arrecife de coral. Te dejará pasmado ver cómo cambia el lugar con las distintas horas del día. Simplemente parece estar vivo.
La vasta llanura de sal del lago Asal con su formación de roca circundante te encantará, también. Algunos viajeros cansados dicen que la confundieron con una fortaleza. Es realmente única, incluso para aquellos que se hayan maravillado en el incomparable Salar de Uyuni en Bolivia, el lago de sal más grande en el mundo.
En cualquier caso será una de las experiencias más intensas y sorprendentes que puedas tener. No habrá ningún segundo en el que no seas consciente del medio ambiente extremo en el que estás, mientras aprendes de las diversas culturas de Etiopía y de su modo de vida contrastante.
También en Etiopía, no te puedes perder nuestro artículo sobre las increíbles iglesias talladas en la piedra de Lalibela.
Imagen: Matthew and Heather, filippo_jean y Achilli Family vía Flickr