De Turquía nos imaginamos con facilidad Estambul y sus mezquitas, las cascadas de algodón de Pamukkale o los espectaculares paisajes de la Capadocia. Pero tal vez nos resulte bastante más complicado asociar este país con playas maravillosas de arenas blancas y finas, bañadas por unas aguas de un increíble color turquesa. No, no nos hemos confundido ni estamos hablando del Caribe. ¿Quieres comprobarlo?
Çesme, un paraíso de aguas cristalinas en Turquía
Este paraíso se llama Çesme y es una península bañada por las aguas del mar Egeo, las mismas que acarician las maravillosas islas griegas. De hecho, esta fantástica región se localiza en el límite más occidental de Turquía.
A 300 kilómetros de Estambul, la franja costera de Çesme ofrece rincones de increíble belleza con playas que son de auténtico ensueño. 90 kilómetros de litoral para soñar y para disfrutar de unas vacaciones inolvidables. Porque Çesme, que significa “fuente”, es un manantial inagotable de placer para los sentidos.
Aquí se puede disfrutar de la calidez de un clima excepcional, del suave sonido y las caricias de las fantásticas aguas del Egeo y de unos paisajes bellísimos. Pero también se puede disfrutar de buenas infraestructuras playeras, como en la playa de Illica, donde el visitante se puede sumergir en aguas termales o caer en la tentación con deliciosas comidas en restaurantes de todo tipo.
Un lugar, sin duda, perfecto para relajarse y descansar si lo que buscas son unas vacaciones de lo más tranquilo. Pero si quieres un poco de acción, si eres de los que no puede estarse quieto tumbado en la playa, no te preocupes, Çesme es un lugar perfecto para la práctica de todo tipo de deportes acuáticos: surf, kitesur o motos acuáticas, entre otros.
Hemos hablado de una de las playas, Illica, pero hay muchas más. La de Alaçati se abre a una hermosa bahía rodeada de colinas y se distingue no solo por su belleza, sino porque el viento que aquí sopla habitualmente la convierte en un paraíso para los amantes del windsurf
Otra más es la playa de Altinkum, que está a apenas 10 kilómetros del casco urbano de Çesme. Una playa que sorprende por el increíble color turquesa de sus aguas. Aguas, en este caso tranquilas, apacibles, perfectas para disfrutar en familia. Un lugar maravilloso, pero también muy concurrido en los meses de más calor, tenlo en cuenta.
¿Solo playa? No, por supuesto, Çesme tiene más que ofrecer. En el casco urbano de la ciudad que da nombre a la región encontrarás un bonito castillo el siglo XVI y si te alejas un poco de ella podrás visitar encantadores pueblos de pescadores como Dalyan.
¿Pensando en hacerlas maletas? Seguro que sí. Y ya que vas a Turquía, puedes aprovechar para visitar lugares mágicos como el Parque Nacional Goreme.
Imágenes: Anthony Doudt, Gonzlaught, quirkyjazz, Ergun.