En ocasiones una aldea, un pequeño pueblo que nos coge sólo de paso o al que vamos simplemente para visitar un familiar o amigo puede convertirse en un viaje de lo más interesante si te detienes un poco a contemplar y conocer la historia que traen consigo sus monumentos. Esto es, precisamente, lo que ocurre con el pueblecito que visitaremos hoy, Magacela, que nos ha sorprendido muy gratamente regalándonos un fin de semana de lo más apasionante al sumergirnos en la historia que acompaña a sus monumentos. ¿Vienes a descubrirlos?

El misterio de Magacela

Magacela es en municipio de la provincia de Badajoz que se extiende en la vertiente oriental de la sierra del mismo nombre, al noroeste de la comarca de la Serena.

MagacelaUn pueblo que nace justo aquí, sobre esta colina, tal y como lo demuestran las numerosas Pinturas Rupestres que podemos observar si nos vamos de excursión por la sierra. En el interior de covachas o en paredes rocosas nos sorprenden numerosos lienzos de este arte milenario, en los cuales se representan, muy esquemáticamente, figuras antropomórficas, zoomórficas y otros símbolos que admiten muchas interpretaciones.

Castillo de Magacela

Antes de dejar la sierra entraremos en las ruinas del evocador Castillo de Magacela, una antigua fortaleza de la que se conoce solo la fecha de reconstrucción allá por el siglo XIII y que está dividido en tres partes: un recinto exterior justo tras las murallas defensivas donde se cree que se situaba el antiguo pueblo de Magacela y su Iglesia Parroquial dedicada a Santa Ana, luego otro recinto intermedio delimitado por las torres defensivas y el más interno, compuesto por los edificios destinados a los más poderosos. En este último debió vivir la princesa que dio nombre al pueblo cuando, durante una copiosa cena, fue sorprendida en ataque y exclamó: «Amarga cena» 

Dolmen de Magacela

Al caer la tarde nos dirigiremos hasta el valle para contemplar el misterioso Dolmen de Magacela, una especie de templo de forma poligonal, si queremos incluso circular, compuesto por 12 bloques de piedra toscamente trabajados de 1.75 metros de altura, que componen una cámara a la que se accedía por un corredor de unos 9 metros de largo.

El conjunto data del 3000 aC y su función era, al parecer, funeraria, aunque sobre este particular existen discrepancias. Estas dudas están causadas por los petroglifos que decoran algunos de los monolitos, en los que se representa una escena que desde entonces se viene repitiendo en la oscuridad de la noche: un gran estrella aparece sobre el castillo y sobrevuela el pueblo en dirección al dolmen, describiendo un círculo para luego desaparecer. Algunos como el Prior Diego Becerra lo interpretaron como una señal divina que indicaba el punto exacto en el que fueron enterrados los Santos Aquila y Priscila, patronos de Magacela, otros como visitantes extraterrestres que desde tiempo inmemorable nos estudian desde el cielo. Escalofriante.

Estela de Magacela

Para seguir indagando sobre lo que aquella lejana civilización que levantó los dólmenes en Magacela podemos dirigirnos al Museo Arqueológico Nacional para admirar la Estela de Magacela otro de los dólmenes decorados con un petroglifo antropomorfo, probablemente  un guerrero con cuernos de toro.  Para ser inmortalizado en piedra debió ser alguien muy importante…

¿Qué significado tendrán estas prehistóricas inscripciones? ¿Qué son exactamente las luces que iluminan Magacela? ¿Te atreves a ir a descubrirlo? Si decides averiguarlo no tardes en contárnoslo.

Imágenes: Ángel M. Felicísimo, DraKeXXI, rvalama, jesus gutierrez, jacinta lluch valero