A simple vista puede parecer una joya de la Antigüedad, pero no, no lo es. Ni siquiera hace un siglo que se terminaron las obras de construcción. Sin embargo, es tal la belleza del magnífico palacio de Mysore que se ha convertido en una de las grandes atracciones de la India.
El palacio de Mysore, lujo y ostentación infinitos
Este palacio es, realmente, un edificio fruto de la reconstrucción del antiguo palacio, devastado por un incendio y su posterior ampliación. ¿Quién lo diseñó? El arquitecto inglés Henry Irwin, que ideó un recinto imponente por fuera, con una mezcla de estilos sublime.
Las obras de este palacio, residencia del maharajá de Mysore, se iniciaron en 1887 y finalizaron 25 años después, aunque en 1940 el complejo se amplió hasta convertirse en lo que es hoy: uno de los recintos palaciegos más hermosos de la India.
Su exterior es, sencillamente, fantástico. Un edificio de tres pisos de granito gris, con varios arcos de distinto tamaño en la fachada y magníficas torres coronadas por cúpulas rojas o doradas.
¿Impresionado con su aspecto exterior? Pues una vez que se traspasan sus puertas parece incluso modesto. Cada pasillo, cada sala y cada escalera rezuman lujo y ostentación sin ningún pudor y hacen bueno el dicho de “vivir como un maharajá”.
Si necesitas ejemplos para hacerte una idea, aquí van algunos. Una de las joyas que se pueden contemplar es una silla para llevar pasajeros a lomos de elefantes. La silla es de madera… nada del otro mundo, ¡pero está recubierta por más de 80 kilos de oro!
Otro ejemplo: dos fantásticas esculturas de sendos leopardos hechas en bronce. Los animales están enfrentados y parecen estar a punto de abalanzarse uno contra otro. ¿Qué es? Un simple elemento decorativo de una de las escaleras.
Y, a partir de ahí, se pueden contemplar estancias decoradas con exquisitas pinturas, suelos policromados o hechos con piedras semipreciosas, maravillosas vidrieras, puertas con delicadas incrustaciones o columnas de mármol. Todo lujo y riqueza.
Volvemos al exterior con dos objetivos: uno es disfrutar de un delicioso paseo por los jardines del palacio y el otro, esperar al anochecer para ver iluminado el palacio. Esto último es todo un espectáculo proporcionado por la nada desdeñable cifra de cien mil bombillas, y es que nada en este edificio parece pequeño o sencillo.
Seguro que te estás preguntado dónde encontrar semejante maravilla. Pues bien, El palacio de Mysore es el icono de la ciudad de la que toma el nombre, una ciudad situada al sur del país, más concretamente en el estado de Karnataka.
¿Pensando ya en conocer el maravilloso palacio de Mysore? Si la India es tu próximo destino, tienes miles de posibilidades y todas son fantásticas. ¿Qué te parece recorrer el misterioso templo Brihadeshwara de Thanjavur o la Ciudad Fantasma de Fatehpur Sikri?
Imágenes: Ramnath Bhat, Mel Patterson, April Rinne, Craig Moe, Kiran Ravikumar.