Es una de las imágenes más conocidas y más románticas de Florencia: la del puente Vecchio sobre el rio Arno. Hermoso, imponente y con una singular historia que te vamos a desvelar. Tras conocerla, seguro que lo miras con otros ojos.
Historia y curiosidades del puente Vecchio
Ya desde tiempos de los romanos hubo un puente sobre el río, más o menos en el mismo lugar que ocupa el puente Vecchio. Una infraestructura primero de madera y luego de piedra que no resistió una fuerte inundación en el siglo XIV. Por eso, en 1345 se decidió levantar el puente que hoy conocemos, una robusta construcción obra del arquitecto Tedo Gaddi que tiene tres inmensos arcos. Pero no son ellos los que tanto llaman la atención, sino las casas colgantes que “adornan” la parte superior del puente y que le dan esa imagen tan característica.
Ya desde los primeros momentos este lugar se convirtió en protagonista de la vida comercial del Florencia. ¿Quiénes se instalaron aquí? Fundamentalmente carniceros que encontraron en el río un gran vertedero para tirar los despojos. Pero su floreciente negocio sobre el puente no duraría demasiado. Los desagradables olores que desprendía su actividad llevaron a Fernando I de Medici a ordenar a finales del siglo XVI el desalojo de los carniceros.
La actividad comercial cambiaría radicalmente entonces. El puente sería ocupado por el gremio de joyeros y orfebres, cuyo trabajo era bastante más agradable para la vista… y el olfato. El negocio fue más que floreciente, porque al parecer el lugar estaba exento de impuestos.
Llega el momento de hablar de una curiosidad ¿Sabes que la palabra “bancarrota” y el puente Vecchio están relacionados? Los comerciantes mostraban su mercancía en mesas dispuestas sobre el puente. Cuando no podían saldar sus deudas los soldados las rompían. Así acababa para siempre el negocio del desdichado comerciante, es decir, que “banco roto” no era más que el símbolo de una quiebra en toda regla.
Hoy, quienes tienen un comercio en el puente Vecchio no están arruinados, al menos clientela no falta. De hecho, el tránsito es continuo y a veces, incluso, agobiante. ¿Pero sabías que también se puede cruzar por la parte superior? Cuando Cosme I de Medici llegó al poder no parecía muy dispuesto a mezclarse con la plebe para ir de un lado al otro del río, es decir, desde el Palazzo Pitti (su residencia) al Palazzo Vecchio (sede del gobierno). Fue entonces cuando encargó a Giorgio Vasari la construcción de un pasaje en la parte superior del puente, sobre los comercios.
El corredor Vasariano tiene más de 700 metros de longitud y alberga una colección de retratos de los Médici y obras de diversos artistas. Se puede visitar, pero conviene reservar con mucha antelación. Y , si las vistas de lo que hay en su interior son fantásticas, las que se aprecian desde sus ventanas son espectaculares.
El puente Vecchio ha despertado sin excepciones la admiración de todos los que lo han contemplado a lo largo de su historia. De hecho, fue el único puente de Florencia que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial. Cuentan las leyendas que fue el propio Hitler quien dio orden de no destruirlo.
Seguro que ahora ves el magnífico puente Vecchio como algo más que el fondo de una foto preciosa. Foto que, por supuesto, será uno de los mejores recuerdos de la ciudad. Y puedes seguir recorriendo otros lugares fantásticos de Florencia con nosotros, como la basílica de Santa Cruz.
Imágenes: George C Slade, Robin Fabre, Inayaili de León Persson.