Curaçao es una isla autónoma que forma parte del Reino de los Países Bajos, situada a 50 kilómetros de la costa venezolana. Por ser territorio de paso hacia Sudamérica ha sido conquistada varias veces generando una riqueza cultural increíble a lo que hay que añadir sus espectaculares playas.
La isla de Curaçao fue descubierta por una expedición española en 1499 y desde ahí pasó por distintas manos hasta convertirse en territorio holandés. Gracias a ello en ella se hablan varias lenguas, desde los oficiales, el neerlandés y el papiamento, hasta el español y el inglés. Curiosamente el papiamento es un idioma criollo donde se mezclan lenguas africanas provenientes de los antiguos esclavos, el español y el portugués.
Playas
Pero Curaçao es un destino turístico pensado para descansar y nada mejor que las hermosas playas que podremos encontrar en la costa suroeste de la isla ya que toda esa zona está libre de vientos y por lo tanto tiene unas aguas tranquilas y cristalinas además de una arena fina perfecta para poner la toalla. Eso sí, las mujeres tienen que tener cuidado ya que según la página oficial de Curaçao no está permitido hacer topless aunque es tolerado en algunas playas.
Cultura
Para ser sincero, la isla de Curaçao no es el mejor sitio para hacer un turismo cultural a no ser que vayamos en época de carnavales, ya que allí se celebran uno de los más famosos del Caribe. Eso sí, pasear por el casco histórico de la capital, Willemstad, es bastante agradable ya que incluso fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997.
Deportes
Como la gran mayoría de las islas del Caribe, Curaçao es perfecto para practicar deportes marítimos como el windsurfing, en la costa norte de la isla donde sí que hay viento, y el buceo.
¿Os ha gustado Curaçao? ¿La visitaríais? De todas formas, si no queréis iros tan lejos también tenéis otras opciones playeras más cercanas como Menorca o Llanes.
Imágenes: Malgosia Fiebig, Kim Seng, Thomas van de Weerd, Charles Hoffman, LASZLO ILYES