Una de las características más llamativas de la República Checa es su variada y numerosa fabricación de cerveza, siendo uno de los países que más fabrica a nivel mundial y también uno de los que más consume. Y aquellos cerveceros que viajen a este bonito país, a la vez que conocen sus maravillosas calles y preciosos rincones, pueden hacerle un curioso regalo a su paladar. ¿Eres uno de ellos? Entonces seguro que te apetece conocer la ruta de la cerveza.

Praga

No hay mejor punto de partida que la capital de la República Checa, Praga. Su cerveza más famosa es la Staropramen, que se fabrica desde el año 1869, y cuya historia puede conocerse a través de una visita guiada por la fábrica.

Staropramen
Fábrica de cerveza Staropramen

En pleno centro histórico puede encontrarse el restaurante y la cervecería más famosos de Praga, el U Fleků, proclamado monumento histórico de la ciudad, es el lugar ideal para acompañar una buena cerveza de los platos checos más típicos. Y para los más atrevidos, en el bar Nota Bene pueden probarse nuevos sabores cerveceros.

La visita más original y única es, sin duda, en el balneario de cerveza Bernard, lugar en el que se demuestra que la cerveza no es sólo para bebérsela y pueden descubrirse otras de sus muchas propiedades.

Bernard
Cerveza Bernard

Bohemia

Parte sur

Bohemia del sur podría ser una muy buena segunda parada. Aquí puede conocerse la fábrica de cerveza Budweiser Budvar donde, además de realizar una visita guiada para descubrir todo el proceso de fabricación, se tiene la oportunidad de hacer una degustación.

Fábrica Budweiser
Interior de la fábrica Budweiser

El hotel Village Golf Hotel Svachův Dvůr tiene una pequeña fábrica de cerveza Glokner, ligera en verano y más pesada en invierno, y también baños cerveceros.  

Parte oeste

Es aquí donde se encuentra la cuna de la cerveza checa y es el lugar en el que nació Pilsner Urquell, la marca más conocida a nivel internacional y también una de las más vendidas. Su fábrica pertenece al Patrimonio Histórico Industrial junto a la fábrica de Gambrinus.

Pilsner Urquell
Marca Pilsner Urquell, la más conocida a nivel internacional

Sin embargo, se dice que la mejor cerveza del mundo puede probarse en el Balneario Purkmistr a través de baños o también dentro de una fría jarra. Y en el pequeño pueblo de Chodová Planá también puede disfrutarse de un peculiar balneario que aprovecha las propiedades de la cerveza para conseguir efectos curativos.

Parte central

La última parada podría ser en Žatec, la mayor productora de lúpulo de la República Checa, que le proporciona a la cerveza Pilsner Urquell su auténtico sabor y olor. En esta región puede realizarse una visita guiada por la fábrica Žatecký pivovar.
Aunque existen muchísimos establecimientos, fábricas y lugares en los que la cerveza es la protagonista, ya tienes unas pequeñas y breves pinceladas de la que sería la ruta ideal para cualquier cervecero.

Fotografías: Kamal HamidXenboyMegan EavesChris YunkerRobert Wallace