Maastricht es conocida mundialmente por ser el lugar en el que se firmó el tratado con el que se fundó la Unión Europea. Esta bonita ciudad es también la más antigua de Holanda y está situada a ambos lados del río Mosa, en el extremo sur de los Países Bajos, entre Bélgica y Alemania. ¿Te apetecería conocerla?
Maastricht, la ciudad más antigua de Holanda
Visitar la basílica de San Servaas es indispensable porque en este lugar se guarda prácticamente toda la historia religiosa del país. La basílica sirvió de residencia al primer arcipreste de Holanda, San Servaas, y es aquí donde todavía hoy reposan sus restos. Justo al lado de este monumental edificio se encuentra la iglesia de St. Janskerk, a la que tanto le caracteriza su torre gótica, y justo delante se haya la plaza Vrijthof, la más conocida de la ciudad y uno de los lugares más agradables para tomar un café.
Las murallas y la puerta Helpoort, también conocida como la puerta del Infierno, son la esencia de Maastricht. Helpoort era una de las puertas que se utilizaban para acceder a la ciudad, fue construida en 1229 y de las que se conservan es la más antigua. Pasear rodeando las murallas es la mejor forma de conocer la belleza de esta ciudad medieval.
Si la plaza Vrijthof es la más tranquila, la Markt, o plaza del mercado, es la más prestigiosa. Está totalmente rodeada de edificios históricos, entre el que cabe destacar el Ayuntamiento, y los miércoles y viernes se puede disfrutar de un curioso e importante mercado. Esta interesante plaza data del siglo XVII y es una visita obligatoria si se quiere conocer el auténtico corazón de Maastricht.
Amante de la literatura o no, Selexyz Dominicanen es uno de los lugares más interesantes de esta preciosa ciudad holandesa. Esta conocida iglesia fue reconvertida en una librería de tres plantas con una entrada espectacular. Visitar una librería no es extraño, y mucho menos si se trata de Selexyz Dominicanen. Y si, además, eres un enamorado de las letras y la buena literatura, en el parque Aldenhofpark puedes conocer la estatua de un famoso mosquetero, D’Artagnan. El protagonista de la novela de Dumas fue, en realidad, un mosquetero de las tropas de Luís XIV de Francia. Obviamente no realizó todas las hazañas que Dumas describía en su novela pero sí fue abatido en la ciudad de Maastricht durante la Guerra Franco-Holandesa, por esta razón se levantó en esta ciudad esta escultura.
¿Qué te han parecido estas pinceladas de la ciudad más antigua de Holanda? Si te ha abierto el apetito… ¿qué te parecería ahora un recorrido por la ciudad también holandesa de Gouda?
Fotografías: Coanri/Rita, Peter Köves, MissTessmacher, Jorge Franganillo