Ponza es la más grande de las islas del archipiélago italiano de las Pontinas. Y decir la más grande es decir mucho, porque apenas tiene 8 kilómetros cuadrados. Maravillosos, eso sí. Y es que esta isla es un pequeño paraíso bañado por las aguas del Tirreno. Un lugar que Jacques Cousteau definió como “la isla más bella del mundo”, porque Ponza es tan hermosa en su superficie como bajo el agua.

Ponza, un pequeño tesoro bañado por el Tirreno

No solo el famoso investigador hizo llamativas comparaciones. Hay quien ha confrontado esta pequeña isla con los Hamptons americanos. En cierta manera no le falta razón, ya que si en algo se parecen no es solo en su belleza, sino en ser el lugar de veraneo de las clases más acomodadas. En el caso de Ponza, ya en  los tiempos de la Antigua Roma. Incluso hay antiquísimas referencias literarias a ella, porque esta isla es Ea en la Odisea de Homero.

Ponza

¿Pero qué tiene Ponza que la hace tan especial? Sencillamente, es un rincón que invita a olvidarse de todo. En sus pequeñas dimensiones alberga maravillosas playas, calas de lo más románticas, arcos de piedra y farallones que se elevan desde el mar y hermosos acantilados. ¿Se puede pedir más? Sí, un pueblo de cuento. Una mezcla que hace de Ponza un pequeño paraíso.

Vamos a empezar hablando de sus playas ¡fantásticas! Especialmente la de la Luna. A ella se accede a través de un viejo túnel que en su tiempo excavaron los romanos, porque esta playa está rodeada de un fantástico acantilado con forma, evidentemente, de media luna. Pero hay muchas otras playas hermosas en Ponza. En Cala Fèola es posible bañarse en pequeñas piscinas naturales y en la playa de Lucia Rosa se contemplan unos atardeceres espectaculares.

Ponza

Para no abandonar las cristalinas aguas de la isla, hay que señalar que tienen unos fondos marinos de una belleza espectacular. Un lugar perfecto para los amantes del submarinismo, que encuentran aquí grutas, praderas de posidonia e incluso viejos buques de guerra hundidos.

Pero, volvamos a tierra firme para descubrir el encantador pueblo de Ponza. Un pueblo de casas de colores pastel y calles empinadas, estrechas y empedradas. Perfectas para pasear sin rumbo fijo, aunque es posible que acabes descubriendo la Iglesia de la Santa Trinidad, el Monasterio de Santa María o la Punta de la Madonna. Y en el camino, párate en alguna de sus tiendas de artesanía o en algún restaurante para probar su deliciosa gastronomía, basada en los productos de mar.

Ponza

Ya lo decíamos, Ponza es un pequeño edén. Y, por cierto, no nos resistimos abandonarla sin contarte una pequeña curiosidad ¿Imaginas de dónde deriva su nombre? Del gobernador romano Poncio Pilatos. Al parecer su familia tenía algunas propiedades en la isla. ¿Qué te ha parecido? ¿Pensando ya en visitarla? Recuerda que en Italia encontrarás otras islas maravillosas, como Capri, Ischia o Cerdeña.

Imágenes: Maurizio BadinilynnepetAndrea FerranteSeba Sofariu.