Un lugar donde la roca ha crecido por donde ha querido, formando un palacio en la tierra lleno de arcos, grutas, y pasadizos infinitos a su antojo. Sudáfrica se guarda este secreto.

Cómo llegar

En coche se sigue la carretera a través de la deriva sobre el río Matjies, bajo los árboles que recorren el sendero. Es necesario obtener un permiso por persona para ir hasta las grietas de Sanddrif.

Wolfberg Cracks2

Tened en cuaneta que en un día caluroso estaréis a pleno sol todo el tiempo, excepto cuando entréis al amparo de la sombra fresca de las propias grietas. No hay agua en esta ruta en absoluto. Es una subida empinada hasta las grietas, se trata de un senderismo duro, pero que vale la pena.

Zonas

Hacía la izquierda hay algunas rutas de escalada épicas en las paredes de roca masiva. Su diversión en las grietas es asombrosa, creando formaciones y colores en las rocas erosionadas.

 

Wolfberg Cracks1

Más a la derecha existe una estrecha cornisa, en la que se debe tener mucho cuidado. Si las alturas no son lo vuestro, no lo hagáis, pues deberéis aferraros a una estrecha cornisa para llegar a la entrada de la grieta.

Wolfberg Cracks4

Una vez que en la parte superior, os encontraréis un paisaje casi marciano que tendréis que cruzar para llegar al Arco Wolfberg. El sendero es bastante fácil de seguir, y hay varias señales.

Wolfberg Cracks3

Un lugar sorprendente, donde la naturaleza aún es la ama. Otro lugar parecido, en la otra punta del mundo es el Parque Nacional de Arches, en EE.UU que sin duda no te debes perder.

Imagen: Jim Sher do.se vía Flickr