Si hablamos de un lugar en Europa que vibre con el constante campaneo de las iglesias y brinde un ambiente impregnado de historia, cultura y misticismo ancestral, se nos viene a la mente Braga. Siendo la tercera ciudad más grande de Portugal, después de Lisboa y Oporto, ofrece al visitante un mar de posibilidades para descubrirla. En El Viajero Feliz recorreremos los 10 lugares más impactantes que te mostrarán qué ver en Braga.
Es conocida como la Ciudad de los Arzobispos, pues está repleta de iglesias góticas, que la convirtieron en el centro religioso de Portugal. Este pequeño país europeo está lleno de particularidades y datos curiosos, pero la ciudad que recorreremos, es una verdadera joya.
Braga no solo es religión. En los alrededores de las bastas iglesias se erigen edificios góticos, modernas galerías comerciales, restaurantes, bodegones y plazas para deleitarse con el paisaje. La vida universitaria le da a la ciudad un aire de juventud y dinamismo. Asimismo, los museos la convierten en uno de los centros culturales más importantes de Portugal. ¡No te los pierdas!
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Qué ver en Braga: 10 lugares que no puedes perderte
1. Castillo de Guimarães
El Castillo de Guimarães es una imponente construcción que nos hace remontarnos a varios siglos atrás. Es uno de los mejores destinos que ver en Braga. Nada menos que once siglos de historia tienen los muros del castillo. Fue la condesa de Muniadona, en el siglo X, quien tuvo la iniciativa de construirlo para proteger a los monjes de un monasterio cercano de los ataques musulmanes.
El castillo es una perla histórica que se ha convertido en el principal lugar de interés para los visitantes de Braga. Y es que, no en vano, está considerado una de las siete maravillas de Portugal. Originalmente fue construido con madera y barro. Un siglo después, fue reconstruido. Entre las leyendas que alberga el castillo se dice que el primer rey de Portugal, Alfonso Henriques, nació entre sus muros.
Si ya te agendaste tu visita al Castillo de Guimarães, debes tener en cuenta que el acceso a las murallas y demás espacios es gratuito. Si quieres subir a la Torre del Homenaje, debes pagar una entrada. Es una excelente inversión, pues desde lo alto de la torre la vista es espectacular. No es necesario sacar boletos para visitarlo, pero sí es recomendable que te fijes en el clima. En verano puede llegar a ser muy caluroso. Tu recorrido por el castillo puede llevarte entre treinta y cuarenta y cinco minutos.
2. Parque nacional de Peneda-Gerês
La naturaleza en su máximo esplendor, eso es el parque nacional Peneda-Gerês. Un trozo de verde, montaña y aguas cristalinas clavado en el noroeste de Portugal. En toda la extensión de sus 703 km² encontramos una impactante cordillera de montañas que le dan vida al paisaje: Laboreiro, Peneda, Soajo, Amarela, Gerês y Pisco. Es el único parque nacional oficial de Portugal.
Los motivos por los cuales seleccionamos el Peneda-Gerês como un destino imperdible para visitar en Braga, saltan a la vista: montes altísimos, como el Nevosa, de 1,545 metros de altura; o el Sobreiro, de 1,538 metros de altura. Arroyos y cascadas por doquier. A donde sea que voltees la vista, algún manantial de agua natural brotará de la tierra. El parque está atravesado por los ríos Cavado, Lima, Homem, Laboreiro, entre otros.
Las escasas carreteras del parque desembocan en paisajes extraordinarios, pero si tu intención es conocerlo a fondo, lo ideal es que emprendas la ruta a pie. La cordillera cuenta con terrenos abruptos y vírgenes en los que puedes practicar excursionismo, kayak y otros deportes extremos. También es común poder avistar fauna autóctona: jabalíes, tejones, nutrias, águilas reales e, incluso, ponis salvajes. Este es, en definitiva, un destino ideal para conectarte con la naturaleza y respirar aire puro.
3. Bom Jesus do Monte
Portugal es, en general, un país con muchos símbolos religiosos. Sus iglesias suelen impactar incluso hasta los que no son devotos. Sobre los lugares que ver en Braga te contamos que Bom Jesus Do Monte es una de las iglesias más espectaculares, y un destino vital para conocer durante tu visita a Braga. El primer indicio de la existencia de una capilla sobre esta colina, data de 1373. Sin embargo, el santuario actual se empezó a construir en el año de 1722. Fue el arzobispo de Braga, Rodrigo de Moura Telles, quien patrocinó la infraestructura que hoy podemos ver.
Alrededor de Bom Jesus Do Monte se mueve todo un simbolismo que lo hace interesante. La iglesia está en la cima de una colina y se ha convertido en el principal centro de peregrinación católica de Portugal. Las escaleras que llevan a la iglesia también son, por sí mismas, un espectáculo. Además de ser una increíble representación del arte neoclásico portugués, alberga un simbolismo religioso: mediante esculturas se representa el Via Crucis, las distintas escenas de la Pasión de Cristo.
Una vez arriba, la vista de Bom Jesus Do Monte te dejará sin palabras, y es que no en vano está considerada la mejor vista de Braga. Si estás con energía, te recomendamos subir las escaleras a pie. Son poco menos de 600 escalones, pero bastante amplios y cómodos. También, si lo prefieres, puedes llegar en ascensor o en auto. Hay un amplio aparcamiento disponible.
4. Catedral de Braga
La Catedral de Braga es uno de los templos religiosos más importantes de Portugal. Fue construida bajo instrucciones del primer obispo, Pedro de Braga, quien posteriormente fuera declarado santo. Si te interesa la arquitectura, la catedral te cautivará. En sus rincones puedes ver elementos del arte románico, gótico, manuelino y barroco que, conjugados, te darán postales visuales inolvidables.
Una vez te adentres en la cúpula, presta atención a algunos detalles que hacen de la Catedral de Braga un destino inolvidable: la pila bautismal, el coro y los órganos, son parte fundamental de la identidad del recinto. Su sola presencia nos hace evocar siglos de historia. También visita la capilla de los Reyes y la de San Geraldo. La primera rememora la victoria portuguesa en la batalla de Aljubarrota. La segunda es una honra a la vida de San Geraldo, primer arzobizpo de Braga. Visitar la catedral es vital para llevarte una impresión general de la ciudad y su esencia.
5. Basílica de Nuestra Señora de Sameiro
Esta basílica encuentra su razón de ser en la devoción de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y es el mayor centro de veneración mariana de Portugal, después del santuario de Fátima. La construcción, de estilo neoclásico, culmina con una majestuosa cúpula a la que puedes subir, y también dos torres de campanas. El interior no es menos hermoso. El altar mayor se corona con una imagen de la Virgen María. Debajo de la iglesia puedes visitar las criptas, en las que regularmente se ofician misas.
Fuera de la iglesia, encontramos dos monolitos y una vista extraordinaria de la ciudad. Puedes visitarla de manera gratuita en cualquier época del año. Solo la subida a la cúpula tiene un costo de acceso. Ten presente que la Basílica es un centro importante de peregrinación y uno de los más famosos lugares que ver en Braga. Si vas desde el primer domingo de junio hasta el último domingo de agosto, seguramente estará repleta de devotos.
6. Arco da Porta Nova
Una de las bellezas arquitectónicas con la que nos encontramos al recorrer Braga es el Arco da Porta Nova. Es el arco triunfal que decora la entrada occidental a la ciudad y se ha convertido en un icono de postales. Está hecho de piedra y tiene influencias del arte barroco y neoclásico. Fue diseñado por André Soares a finales del siglo XVIII. Si entre tus objetivos de viaje está recorrer Braga a pie, ¡tienes que pasar bajo este inolvidable Arco de la nueva puerta!
7. Sao Bento of the Open Door
Como te contamos, Braga es un lugar ideal para los amantes de la arquitectura y el arte antiguo y también para todos aquellos interesados en la religión católica y sus instituciones. Sao Bento of the Open Door es una iglesia que brinda al visitante una experiencia turística genial. Ubicada a pocos kilómetros de Gerês, tiene un simbolismo especial: las puertas están siempre abiertas.
En el interior de la capilla encontramos azulejos con escenas de la vida de san Benito. Hay también un camerino que se eleva sobre el altar al que los fieles pueden subir a besar la medalla del santo. En su exterior encontramos un hotel y ofertas diversas de servicios para abastecer a los peregrinos y turistas. En un plan genial para un fin de semana.
8. Parque da Praia Fluvial de Adaúfe
¡Volvamos a la naturaleza! El Parque da Praia Fluvial de Adaúfe es un plan extraordinario si lo que quieres es un poco de aire libre y paisajes frescos. Cuenta con parajes ideales para un buen picnic en familia o tirarte al sol a leer un buen libro, lagos deliciosos para andar el bote o hacer un poco de remo, cascadas, playas y mucha vegetación. Su ubicación es privilegiada y puedes llegar en autobús, metro o tren. Este es el plan ideal para desconectarte un rato de la velocidad urbana.
9. Citania de Briteiros
Si lo que quieres es originalidad, este es un plan que no te podrás perder. Si buscas qué ver en Braga y quieres algo diferente, Citania de Briteiros es una localidad arqueológica portuguesa de la Edad del Hierro, que se ubica en lo alto del monte de São Romão, a unos veinticinco minutos del centro de Braga. Las ruinas nos muestran trazos incipientes de la organización de una ciudad: calles, murallas, habitaciones y balnearios.
Se dice que Citania de Briteiros fue descubierta en 1875 por el arqueólogo portugués Martins Sarmento, que la catalogó como los restos de una población amurallada con rasgos culturales celtas. Es un paseo que te da la oportunidad de tomar fotografías maravillosas. Recuerda ir con ropa y calzado cómodos, pues la topografía puede llegar a ser complicada.
10. Biscainhos Museum
El Museo de Biscainhos, también conocido como residencia de Biscainhos, es una casona señorial muy interesante para ver en Braga. Su construcción fue ordenada por el Doctor Constantino Ribeiro Do Lago, caballero de la Orden de Cristo y Juez de Braga, entre otros cargos relevantes, durante mediados de 1600. La propiedad pasó a lo largo de su historia por las manos de varias personalidades ilustres de la vida socio-política portuguesa. Destacan sus interiores barrocos con azulejos, techos con relieves y pinturas de la época, y unos magníficos jardines que invitan a la paz. Convertida en museo, es un plan ideal para amantes de la arquitectura y de la historia.
Si te atrapó Braga, un mágico rincón de Portugal, lleno de construcciones imponentes, paisajes exuberantes y postales para el recuerdo, solo alista tu mochila y tu cámara fotográfica. ¡Anímate a descubrirla!
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