Enclavado en el corazón de Navarra, Ujué emerge como un destino cautivador, rico en historia y belleza natural. Este pintoresco pueblo ofrece un viaje en el tiempo a través de sus estrechas calles empedradas y arquitectura medieval. Ujué, reconocido en 2017 como uno de los pueblos más bonitos de España, es un testimonio viviente de la historia navarra, desde su papel como bastión defensivo en el antiguo reino hasta su significado espiritual marcado por la venerada imagen de la Virgen de Ujué.
En este artículo de El Viajero Feliz te invitamos a explorar Ujué, descubriendo sus tesoros ocultos, desde su rica historia hasta su gastronomía local, como las tradicionales Migas del Pastor. Ujué no es solo un destino, sino una experiencia que conecta al visitante con la esencia de Navarra y su legado cultural.
Índice de Contenido
Ujué, un pueblo encaramado en las alturas de Navarra, es un tesoro de la historia y la cultura españolas. Este pintoresco lugar, reconocido por su belleza y patrimonio, invita a los visitantes a sumergirse en un viaje a través del tiempo.
1. Iglesia-Fortaleza de Santa María de Ujué
La Iglesia-Fortaleza de Santa María de Ujué es el corazón y alma de este pueblo. Declarada Monumento Nacional en 1936, esta estructura es un magnífico ejemplo de la arquitectura religiosa y militar de la Edad Media. A lo largo de los siglos posteriores se fue ampliando con diversos elementos arquitectónicos, como una muralla defensiva, rodeándola y varias torres, de las que solo se conservan dos. Así fue como el templo adquirió ese aspecto defensivo y recio que aún hoy luce.
Pero, hay que detenerse y disfrutar de los detalles. La iglesia tiene tres bellos ábsides románicos y una de las portadas góticas más hermosas de Navarra. Una portada con relieves que hacen referencia a la vida de Jesús, entre ellas una particular Última Cena con un gallo en uno de los laterales.
En su interior, la iglesia alberga la venerada imagen de la Virgen de Santa María, una talla en madera del siglo XII, revestida en plata, considerada una de las más antiguas de Navarra. La iglesia no solo es un lugar de culto, sino también un testimonio del arte y la devoción de la comunidad. Su imponente pórtico, el patio de armas y el paseo de ronda ofrecen una experiencia única, donde la historia se entrelaza con la espiritualidad.
Cuenta la historia que un pastor vio como una paloma entraba y salía aleteando de un agujero de una roca. Extrañado, se acercó para espantar al animal, y así fue como descubrió la imagen de la Virgen en su interior. De hecho, hay quien señala que el nombre del pueblo viene precisamente de “uxue”, que en euskera significa paloma.
Pero, contemplar la iglesia-fortaleza de Ujué y conocer la historia de su patrona es solo el premio a un pequeño esfuerzo, el de ascender por las estrechas callejuelas del pueblo.
Un paseo que hay que tomarse con calma, por lo empinado del terreno y también por los detalles que se pueden admirar en algunas de las casas. Detalles como enormes y bonitas puertas. Algunas de arcos de medio punto, otras con arcos góticos o dinteles rectos, pero todas hermosas. Las más antiguas son de los siglos XIV y XV y algunas están adornadas en la parte superior por enormes escudos.
2. Mirador de los Pirineos
El Mirador de los Pirineos es un balcón natural que ofrece una de las vistas más espectaculares de Ujué. Desde este punto, los visitantes pueden contemplar la majestuosidad de la cordillera pirenaica y el vasto valle del Ebro. Este mirador no es solo un lugar para admirar el paisaje; es un espacio donde se fusionan la naturaleza y la tranquilidad, ideal para reflexionar y apreciar la belleza del entorno. Por esto es una de las principales cosas que ver en Ujué y alrededores.
Accesible a través de un corto paseo desde el centro del pueblo, el mirador es un punto de encuentro para fotógrafos, amantes de la naturaleza y aquellos que buscan un momento de paz. Las vistas desde aquí son particularmente impresionantes durante el amanecer y el atardecer, cuando los tonos del cielo se mezclan con el paisaje, creando un espectáculo visual inolvidable.
3. Plaza Mayor
La Plaza Mayor de Ujué es un espacio vital en el tejido social y cultural del pueblo. Este lugar, que ha sido testigo de innumerables eventos a lo largo de los siglos, sigue siendo el corazón de la vida comunitaria. Rodeada de edificaciones históricas, la plaza invita a los visitantes a sumergirse en un pueblo auténticamente medieval. Aquí, las antiguas casas de piedra con sus fachadas características hablan de un pasado rico y lleno de historias.
Al pasear por la Plaza Mayor, se puede sentir el pulso de Ujué. Este espacio es un punto de encuentro para los lugareños y visitantes, donde se entrelazan las conversaciones cotidianas con el bullicio de las actividades diarias. La plaza es también el escenario de varios eventos y festividades locales, ofreciendo una oportunidad única para experimentar las tradiciones y la hospitalidad de Ujué. Es un lugar perfecto para descansar, disfrutar de un café o simplemente observar la vida pasar en este encantador rincón de Navarra. Además, es una de las plazas más bonitas de España.
4. Imagen de la Virgen de Ujué
La Imagen de la Virgen de Ujué es, sin duda, uno de los tesoros más preciados del pueblo y una de las principales cosas que ver en Ujué. Ubicada en la Iglesia-Fortaleza de Santa María, esta figura es una obra maestra del arte románico, datada en el siglo XII. La imagen, tallada en madera de aliso y posteriormente forrada en plata, representa a la Virgen con el Niño, y es una de las más antiguas y veneradas de Navarra.
La devoción a la Virgen de Ujué tiene raíces profundas en la comunidad y atrae a peregrinos y visitantes de todas partes. La leyenda de su descubrimiento por un pastor, que encontró la imagen en una cueva, añade un aura de misterio y espiritualidad. La Virgen no es solo un símbolo religioso; es un elemento central de la identidad cultural de Ujué. Su presencia ha convertido a la iglesia en un importante centro espiritual y cultural, y su festividad atrae a numerosos devotos cada año, reafirmando la conexión entre la fe, la historia y la comunidad de Ujué.
5. Ruta Fuentes de Ujué-Uxue
La Ruta Fuentes de Ujué-Uxue es una experiencia enriquecedora para aquellos que buscan sumergirse en el encanto natural y la historia de Navarra. Este sendero, que serpentea a través del paisaje rural que rodea Ujué, es una combinación perfecta de belleza natural, patrimonio cultural y tranquilidad. A lo largo de la ruta, los caminantes se encuentran con varias fuentes históricas, cada una con su propia historia y encanto. Estas fuentes, que antiguamente servían como puntos vitales de agua para los habitantes y sus rebaños, hoy son testimonios vivos de la vida rural tradicional.
El recorrido, que varía en dificultad, es accesible para senderistas de todos los niveles y edades, convirtiéndolo en una actividad ideal para familias, grupos de amigos o viajeros solitarios. A medida que se avanza por el sendero, se revelan vistas panorámicas del pueblo de Ujué, así como del paisaje circundante, que cambia con las estaciones, ofreciendo desde verdes praderas en primavera hasta tonos dorados en otoño. Esta ruta no solo es un ejercicio físico, sino también una oportunidad para la reflexión y la conexión con la naturaleza al caminar por sus senderos.
6. Ermita de la Blanca
Una de las cosas que ver en Ujué y alrededores es la Ermita de la Blanca. Ubicada en un entorno sereno a las afueras de Ujué, es un sitio de gran significado histórico y espiritual. Esta antigua ermita, originaria del siglo XIII, representa un capítulo importante en la historia de Ujué. Según la tradición, fue aquí donde se descubrió la venerada imagen de la Virgen de Ujué, un evento que marcó profundamente la identidad religiosa y cultural del pueblo.
La arquitectura de la ermita, aunque modesta, refleja el estilo típico de las construcciones religiosas rurales de la época, con su estructura sencilla pero elegante. La visita a la Ermita de la Blanca es un viaje al pasado, ofreciendo una ventana a la vida y las creencias de los antiguos habitantes de Ujué. El entorno tranquilo y la atmósfera de paz que rodea la ermita la convierten en un lugar ideal para la meditación y el retiro espiritual. Además, su ubicación ofrece una perspectiva única del paisaje de Navarra, con vistas que se extienden hasta el horizonte, invitando a los visitantes a tomar un momento para apreciar la belleza y la tranquilidad del entorno.
Ujué es uno de esos pueblos de España que ha sabido conservar todo su encanto. ¿Lo conoces? Si no es así y te animas a visitarlo, te recomendamos que te acerques también a Olite otro rincón con sabor medieval que está a apenas unos kilómetros. ¡Déjanos saber tus opiniones en los comentarios!